Durante los siglos XV y XVI, el teatro en Europa va perdiendo su carácter religioso y evoluciona en dos direcciones:
§ la culta, con
dramas de corte humanista o cortesano que se representan en las universidades o
en los salones de la nobleza;
§ la popular,
con piezas cómicas, que actores ambulantes pasean por las plazas y las ventas
de los pueblos.
Con el tiempo, ambas corrientes confluirán en
un teatro del gusto de todos. Es entonces cuando se habilitan locales
especiales y se forman compañías estables de actores. Esta evolución tomará en
el siglo XVII (el siglo del teatro por excelencia) dos direcciones: el teatro
clásico de Corneille, Racine y Molière en Francia, y el teatro barroco de
Shakespeare en Inglaterra, y de Lope de Vega y Calderón en España.
1.1.
EL TEATRO CLÁSICO EUROPEO:
El teatro clásico francés constituye una
reacción, basada en la razón y el equilibrio, contra los excesos del
teatro barroco. Presenta, por tanto, algunas características específicas
respecto al drama isabelino inglés o a la comedia nacional española representadas,
respectivamente, por Shakespeare y Lope de Vega.
§ Respeta, con algunas excepciones, la regla de las tres
unidades: la acción es única y transcurre en un solo decorado durante, a lo
sumo, un día.
§ Las teatrales piezas responden al criterio del decoro o buen gusto.
§ Los autores buscan la
verosimilitud y, por consiguiente, rechazan tanto los argumentos
descabellados como los elementos de tipo fantástico o sobrenatural.
§ En general, se observa una nítida distinción genérica entre la tragedia
y la comedia.
La etapa del clasicismo es la época dorada
del teatro francés ya que a ella pertenecen tres de sus más grandes
dramaturgos: Mollière, Corneille y Racine.
1.1.1.
La tragedia: Corneille y Racine:
Los principales tragediógrafos clásicos
franceses son Pierre Corneille y Jean Racine.
La obra más destacada de Corneille es El Cid, inspirada en la española Las mocedades del Cid, de
Guillén de Castro, que despertó una gran polémica por su ibnoservancia de las
reglas establecidas por la preceptiva clásica.
Por su parte, Racine escribió
tan solo doce tragedias, con argumento mitológico o bíblico, cuyo valor
fundamental radica en la belleza y musicalidad del texto, escrito en versos alejandrinos. En Fedra, su obra cumbre, presenta
en escena la pasión fatal de la protagonista, esposa de Teseo, por su hijastro
Hipólito.
1.1.2.
La comedia: Molière
El autor más destacado de la tradición
clásica francesa es Molière, cuyas comedias se caracterizan por su intención
satírica. En estas obras, el autor critica, por medio del humor, los vicios o defectos de la sociedad de su
tiempo.
En la producción de Molière destacan tres
títulos, que comparten la denuncia contra la hipocresía:
§ Tartufo, El personaje que da título a la comedia es
un impostor que pretende casarse con la hija de Orgón, su anfitrión, y a la vez
seducir a la esposa de este. Escrita en verso, es una sátira contra la
hipocresía religiosa .La obra provocó el descontento de la jerarquía eclesial,
pues Tartufo se caracteriza por una extrema
y fingida devoción.
§ Don Juan . En esta nueva recreación del mito del conquistador, el personaje
justifica su conducta afirmando que “la hipocresía es un vicio de moda” y “todo
espíritu sabio debe adaptarse a los vicios de su siglo”. Tras engañar a
sucesivas mujeres con promesas de matrimonio, muere fulminado por el fuego del
infierno, mientras su criado Sganarelle se lamenta: “Mi salario, mi salario”.
§ El misántropo . Alceste, enamorado de Ceimene, es un
hombre desengañado de la condición humana, que rechaza las convenciones de la
vida en sociedad. La obra termina con su definitiva y conmovedora huida del mundo. Se trata de una
crítica al mundo superficial y frívolo de la” buena sociedad” parisina.
Tanto en las obras anteriores como en las que
tratan de la condición de la mujer (La
escuela de mujeres, Las
preciosas ridículas) o de la obsesión
por el dinero (El avaro, inspirado en La
olla de Plauto), Molière emplea recursos de comicidad tomados de la commedia dell’arte italiana y de la
comedia latina (malentendidos, entradas inoportunas…), que combina con la
sutileza y la profundidad psicológica en la creación de caracteres.
La leyenda dice que murió en el escenario,
vestido de amarillo, representado El
enfermo imaginario(1673). La obra presenta una divertida y feroz
crítica a la falsedad, centrada, en este caso, en el ejercicio de la profesión
médica. Paralelamente a este tema principal, la obra censura también los matrimonios
de conveniencia y el abuso de la autoridad paterna, aspectos que aparecían ya
en el Tartufo y El avaro.
1.2.
EL TEATRO ISABELINO EN INGLATERRA:
El teatro isabelino inglés incluye las obras dramáticas
escrituras en Inglaterra durante los reinados de Isabel II (1559-1603), aunque también se extendió a los reinados de
Jacobo I (1603-1625) y de Carlos I (1625-1649) florecimiento del
teatro en Inglaterra, se produce durante lo reinado de Isabel I en el tránsito
del Renacimiento al Barroco (movimiento caracterizado por el sentimiento de
crisis, la conciencia agobiada del paso del tiempo y el gusto por el contraste,
que tendrá su reflejo en la mezcla del trágico y el cómico característica de
las tradiciones inglesa y española.
Este
auge del teatro se debió fundamentalmente al gran potencial económico del país,
a la protección que la corte y la nobleza proporcionó a las compañías teatrales
(la monarquía absoluta protégelos y convierten el teatro en vehículo de
propaganda o control ideológico), lo que ayudó a la profesionalización de las
compañías y a la construcción de locales específicos para la representación.
Como consecuencia de estos hechos surge el llamado teatro
isabelino; es un ciclo que se extiende desde 1580 a 1642, cuando los puritanos
del Parlamento inglés dispusieron el cierre de los teatros.
Las principales características del teatro de este período son las siguientes:
- Los teatros eran construcciones circulares (como The Swan) o hexagonales (como The Globe) con un patio central donde se levantaba un escenario cuadrado , con dos o tres pisos de galería.// El teatro popular inglés comenzó a representarse en escenarios improvisados, como los patios de posadas, a los que acudía un público variado. Pero al iniciarse el ciclo isabelino ya existían lugares expresamente construidos para las representaciones teatrales. Los más importantes se edificaron en las cercanías de Londres, ya que dentro de la ciudad el teatro estaba prohibido. Especialmente destacados fueron The Swan, de forma circular, y The Globe, de forma hexagonal. Estas formas permitían que la mayor parte del público se distribuyera en el patio central del edificio, al aire libre, en torno del escenario que ocupaba parcialmente lo que hoy sería el patio de butacas. Las representaciones se hacían sólo en las temporadas de clima benigno.
- El público que asiste a los teatros era ruidoso y perteneciente a todos los estamentos sociales, pero dominaba el elemento popular (artesanos, comerciantes, marineros, soldados...) que reclamaba el movimiento, las emociones fuertes. A estas exigencias se entregaron sin resistencia todos los dramaturgos..
- Su raíz fundamental es popular, por eso es un teatro al margen de las reglas clásicas (variedad de tiempos y lugares; no se respeta la unidad de acción; no se separan los géneros, mezclándose comedia con tragedia ; se mezclan los personajes nobles con los plebeyos; ni siquiera se observa la unidad de estilo).
- Se escribe en verso, el llamado "verso blanco" (serie de versos largos sin rima final, casi prosa).
- Los géneros preferidos
son: la comedia (novelesca, pastoril, fantástica, etc.); la tragedia
orientada a suscitar la emoción, al escalofrío (imitaba el modelo de
Séneca y su "tragedia de horror"); las tragicomedias y las de tema histórico (este es un género
muy característico del teatro isabelino pues existía un apasionado interés
por el pasado, a menudo agitado y violento, de Inglaterra.).
Los autores más
significativos son:
- Thomas Kyd (1557-1595) autor de una Tragedia española (1592), considerada la primera tragedia de venganza, y de un primero Hamlet.
- Ben Jonson (1573-1637) que escribe un teatro más realista y con intencionalidad moral. Su obra más importante es Volpone (1607) que es un retrato implacable de la codicia, la lujuria y la hipocresía de la sociedad de su época.
- Christopher Marlowe (1564-1593), sin duda el primero gran autor del teatro inglés, de quien se puede decir que lo moderniza. Es especialmente importante el tratamiento que realiza del héroe: alguien que a pesar de tener enormes dificultades lucha para conseguir su objetivo: el saber o el poder. No obstante este héroe terminará de forma trágica pues, para conseguir sus objetivos, ha transgredido todas las leyes humanas y divinas. Su obra más famosa es La trágica historia del doctor Fausto (1588) en la que un hombre vende su alma al diablo para conseguir poder y conocimiento. Es una obra de gran influencia en la cultura occidental posterior y recreada por Goethe, durante el período romántico, Thomas Mann en la novela del siglo XX y en la música: un sinfonía de Franz Liszt, una serie de canciones de Richard Wagner, etc.
- William Shakespare (1564-1616).
Es el máximo representante del teatro isabelino inglés. Su obra
literaria está configurada por su
obra lírica y dramática:
- Obra lírica: Consta de 150 sonetos alejados de las
convenciones petrarquistas. Estos poemas , en su mayoría destinados a un hombre
bello y nuevo, tienen como temas recurrentes la propia poesía y el amor, que se
opone al paso del tiempo.
- Obra
dramática: Las 37 obras dramáticas
conservadas de Shakespeare se pueden dividir en tres grandes grupos:
1) Dramas
históricos: Tratan sobre la decadencia de Inglaterra y las guerras civiles
del siglo XV: Ricardo II, Enrique IV, Enrique
V, Enrique VI, Ricardo III.
2) Comedias.
En ellas, predominan los enredos amorosos, y retoman motivos o procedimientos
empleados por Plauto para crear comicidad: El
sueño de una noche de verano, Cuento
de invierno, La tempestad.
Constituyen un grupo separadamente las comedias sombrías, como El mercader de Venecia o Medida por medida.
3) Tragedias.
Indagan en las pasiones humanas y se caracterizan por la hondura y complejidad
de los personajes: Julio César, Antonio y
Cleopatra, Coriolano, Romeo y Julieta, Hamlet, Otelo, Macbeth, El rey Lear.
Estas 37 obras que conforman la producción dramática de Shakespeare
constituyen tal vez el legado más impresionante de las letras inglesas. Su
singularidad no se debe, con todo, a los planteamientos y los esquemas con que
construía sus obras (para los que asumió las directrices que impuso el teatro
isabelino) ni a la originalidad de las historias que abordaba, tomadas la
mayoría de obras anteriores. Su grandeza hay que buscarla en:
a) Su estilo: es asombrosamente
rico el dominio de la lengua inglesa
.Le permite abarcar con maestría desde la expresión más exquisita y sublime
hasta el control del habla popular.
b) Tan potente riqueza estilística se puso al servicio de una aguda capacidad para impulsar los resortes
de la emoción, de manera que el espectador no puede permanecer indiferente
ante las palabras de sus personajes.
c) Elevó a sus criaturas a la
categoría de personajes universales, al encarnar las pasiones más arrebatadoras
(amor, celos, envidia, ambición...), pero sin someterlos al corsé
deshumanizador de los prototipos.
d) Particularmente valiosa es su concepción del personaje cómico (clown) como
contrapunto de los personajes más graves. Si en otros autores este personaje sirve para
poner la nota cómica y aliviar la tensión de las situaciones dramáticas, en
Shakespeare adquiere otra dimensión: sus
intervenciones, sin perder el tono irónico, alcanzan en ocasiones auténtica
hondura filosófica, de modo que el humor es con frecuencia más amargo que
burlesco y la tensión dramática no se aligera, sino que se refuerza.
.
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