1. El desarrollo del espíritu crítico: la Ilustración.
La Ilustración o Siglo de las Luces es un movimiento ideológico y cultural
basado en la razón como forma de conocimiento. Se origina en
Francia y se desarrolla en Europa
durante el siglo XVIII.
Históricamente, el siglo XVIII queda encuadrado en Europa por la guerra de
Sucesión española y la Revolución francesa (1789).
Entre las características de la
Ilustración, destacan:
·
El desarrollo del espíritu crítico con el que se empiezan a cuestionar las
creencias establecidas en todos los aspectos del pensamiento. Ello implica la
revisión de las ideas tradicionales y el comienzo del pensamiento moderno. El
espíritu ilustrado fomenta el ideal del hombre cultivado capaz de ejercer su
espíritu crítico como librepensador. De acuerdo con Kant, la Ilustración
persigue liberar al hombre para que pueda usar su inteligencia y su razón por
sí mismo, sin la guía de otros. El lema kantiano será “sapere aude” (atrévete a saber).
·
Racionalismo. Aparece, pues, la influencia del
racionalismo, que afirma que la razón y
la experimentación son las únicas únicas
fuentes de fuente del conocimiento. El Racionalismo propicia:
-
La difusión de nuevas doctrinas religiosas
como el ateísmo (o negación de la divinidad) o el deísmo (admite la existencia
de un ser superior, que creó el universo y le dio un orden racional, pero sin
aceptar ninguna religión en particular). En todas ellas se defiende la libertad
de conciencia y se critica la intolerancia religiosa.
-
El avance
científico, el cual se logra en
buena parte gracias al nacimiento de academias y sociedades. En física, química
y matemáticas hubo decisivos avances gracias a las contribuciones de figuras
como Newton o Lavoisier.
·
Importancia de la educación. La
educación ha de contribuir a liberar a la gente de la ignorancia y de la
superstición; y es fundamental para que el ser humano pueda alcanzar la
felicidad.
·
Visión optimista de la vida. Ello llevará a defender valores como la
tolerancia, la fraternidad y la igualdad entre los hombres.
·
Reformismo y despotismo ilustrado. En el siglo XVIII, algunos países
europeos adoptan la monarquía absoluta como forma de gobierno. Desean llevar a
cabo reformas en diversos ámbitos (industria, agricultura, comercio, educación,
obras públicas, etc.) que mejoren la vida de sus súbditos, pero sin contar con
ellos. Es el despotismo ilustrado, cuyo
lema es “todo para el pueblo pero sin el pueblo”.
2. La Enciclopedia.
La Enciclopedia o Diccionario razonado
de las ciencias, las artes y los oficios (1751-1780) fue un ambicioso proyecto
editorial dirigido por Diderot y D’Alembert. Considerada una de las más grandes obras del siglo XVIII, no sólo por ser la
primera enciclopedia francesa, sino también por contener la síntesis de los
principales conocimientos de la época, en un esfuerzo editorial considerable
para su tiempo.
La elaboración de sus 35 volúmenes se prolongó desde 1751 (fecha en la que se publica el
primer volumen) a 1780.
En sus más de sesenta mil artículos de todas las ramas del saber (ciencia,
filosofía, religión, historia, arte…) se pretendía ofrecer un compendio del
conocimiento humano, desde el convencimiento de que la difusión de la cultura
contribuye al progreso moral y a la felicidad de los individuos y las
sociedades. Está animada por el espíritu liberal y tolerante, que se
corresponde con el ideario ilustrado. Así, en sus páginas se condensan el
absolutismo, el fanatismo religioso, la esclavitud o los privilegios de la
nobleza. Los partidarios del Antiguo Régimen (la jerarquía eclesiástica,
órdenes como la de los jesuitas, la aristocracia…) trataron por ello de evitar
su publicación.
En su elaboración participaron unos 160 colaboradores, entre ellos los principales
intelectuales de la época conocidos como “los
enciclopedistas”: Diderot, D’Alembert, Montesquieu, Voltaire, Rousseau….
3. La prosa ilustrada.
(Introducción: La Ilustración o Siglo de las Luces es un movimiento ideológico y
cultural basado en la razón como forma de conocimiento. Se origina en
Francia y se desarrolla en Europa
durante el siglo XVIII.)
El movimiento artístico y literario
característico del siglo XVIII es el Neoclasicismo,
que convive con el Rococó y el Prerromanticismo. Frente a los excesos del
Barroco, se impone ahora una vuelta al mundo clásico, a la norma, a lo útil y
al buen gusto. La literatura ha de tener un fin didáctico y servir para
difundir las ideas del momento.
En la prosa del siglo XVIII, además de la novela,
destaca la prosa ilustrada. Esta
última trata de transmitir en forma ensayística las nuevas ideas de la
Ilustración que serán difundidas por los principales “ enciclopedistas” :
· DIDEROT. Además de ser el máximo responsable de la Enciclopedia destaca su obra Pensamientos filosóficos,
donde adopta el escepticismo como sistema. Para Diderot, las dudas de la razón,
incluso en materia de religión, son beneficiosas. El escepticismo más radical
es el único método al que puede atenerse la razón. Diderot entiende que la
educación eleva la dignidad del hombre. Aboga, así, por un sistema de educación
pública dirigido por el Estado.
·
D’ALEMBERT: Publica en 1751 el prólogo (“Discurso
preliminar”) de la Enciclopedia
francesa, donde se explica la concepción
de la obra y se exponen las ideas predominantes del siglo XVIII. El “Discurso
preliminar”, una auténtica declaración de principios de la Ilustración, ha tenido su propia vida y ha sido publicado
como texto independiente en varias ocasiones. En este prólogo se manifiesta deísta
y señala que la vida moral de la humanidad no depende en absoluto de la
religión. Cree que la ciencia debe atenerse a la consideración de los hechos y
renunciar a la esencia metafísica de las cosas. Además, D’Alembert es el autor de los artículos matemáticos
contenidos en la Enciclopedia.
·
MONTESQUIEU: Escribe El espíritu de las leyes,
en la que se muestra partidario de la división de poderes: ejecutivo
(gobierno), legislativo (parlamento) y judicial (tribunales), para evitar
acumulaciones que lleven al despotismo. Compuso también Cartas persas, que
tratan del intercambio de cartas que mantienen dos persas residentes en París y
los familiares que viven en su tierra de origen. Mediante ellas, el autor critica
las costumbres, instituciones y creencias de la sociedad francesa.
·
VOLTAIRE: Destaca su Diccionario filosófico, en
el que trata cuestiones religiosas y morales. También escribe unas Cartas
filosóficas en las que
defiende la tolerancia religiosa. Voltaire critica los principios religiosos de
su tiempo y defiende el progreso de la humanidad desde una postura
racionalista. Compone también Cándido,
obra en la que a través de la narración del viaje del protagonista se destaca
la imposibilidad del optimismo humanista. Voltaire afirma que “Hay que cultivar
nuestro jardín”; con esto se refiere a
que el mundo tal cual es nunca cambiará, y
que es imposible cambiarlo. No obstante, si nos preocupamos de lo que
nos rodea más íntimamente, podemos hacer por lo menos nuestra vida más
prospera.
·
ROUSSEAU: Destaca su Emilio,
que es una obra de carácter pedagógico sobre la educación. Rousseau cree que
hay que rebelarse contra la nefasta influencia que la sociedad ejerce en el
desarrollo del hombre. Él creía en la bondad innata del ser humano y señala
cómo el individuo puede conservar su bondad natural, mientras participa de una
sociedad inevitablemente corrupta. De ahí que sea necesario volver al
sentimiento natural, a una educación que tenga su maestra en la naturaleza
misma. Así ocurre en la obra, donde un tutor, el propio Rousseau, va educando a
un niño huérfano, Emilio, desde su infancia hasta el matrimonio. También
escribe El contrato social,
un tratado político donde formula el concepto de pacto social. El nuevo contrato
social es un pacto de la comunidad con el individuo y del individuo con la
comunidad, desde el que se genera una "voluntad general". La
soberanía ha de emanar de la voluntad general. Señala así que toda ley que
el pueblo no ratifica, es nula y no es ley. Escribe también Julia, una novela epistolar en
la que se narra cómo la protagonista Julia se enamora de su preceptor, pero es
obligada a casarse con otro hombre. Los sentimientos de los personajes se
muestran por encima de los prejuicios sociales, lo que anticipa el
Romanticismo; pues no olvidemos que a lo largo del siglo XVIII conviven
diferentes corrientes: Postbarroco, Neoclasicismo y Prerromanticismo
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